Dolor de cuello
El dolor de cuello es una queja común y puede atribuirse a varias afecciones.
El dolor de cuello también puede causar pérdida de movimiento que le impide vivir su vida. La buena noticia es que generalmente es causada por problemas articulares y musculares, no por una enfermedad grave. Una variedad de tratamientos de fisioterapia pueden disminuir el dolor de cuello.
Adaptamos nuestro programa de dolor de cuello a sus necesidades específicas. El tratamiento podría incluir:
- Educación del paciente
- Desarrollo de programa de tratamiento domiciliario.
- Terapia manual para normalizar su rango de movimiento.
- Terapia práctica y (movilización de tejidos blandos) para trabajar el tono muscular.
- Ejercicios para ayudar a normalizar el movimiento y aumentar la fuerza.
- Movilización, una técnica práctica para mover las articulaciones y los músculos del cuello para calmar el dolor y los espasmos.
- Manipulación, un movimiento único, breve, rápido y pequeño hacia puntos específicos de su cuerpo.
Un estudio realizado en 2013 sugiere firmemente que un enfoque integrado puede ayudar. Los ejercicios de cuello combinados con movilización y posiblemente manipulación pueden ser el mejor plan para reducir el dolor de cuello poco después de que se desarrolle. Le sugeriremos los ejercicios adecuados y le mostraremos exactamente cómo realizarlos, un paso crucial para garantizar que no empeore ninguna lesión. El objetivo final, más allá de hacer que tu cuello se sienta mejor, es aumentar la fuerza y la flexibilidad.
El ejercicio y la movilización también pueden ayudar a garantizar que el dolor y la rigidez no vuelvan a ocurrir en el cuello. Con ese fin, le haremos preguntas sobre su postura y ergonomía: cómo sostiene el cuello y el cuerpo mientras camina, trabaja, mira televisión, realiza pasatiempos e incluso duerme. Podemos ofrecer recomendaciones aparentemente pequeñas que marcarán una gran diferencia en cómo se sentirá en el futuro.
Muchas otras modalidades pueden ayudar a que su cuello se sienta mejor, incluido el calor, el hielo o la estimulación eléctrica. En casos más difíciles, podremos recurrir a la tracción mecánica o manual.
No hay una talla única cuando se trata de rigidez y dolor de cuello, así que contáctenos para obtener un plan de ejercicios integrado y personalizado que puede ayudarlo a moverse más fácilmente y a sentirse mejor nuevamente.